martes, 22 de enero de 2008

Deslocalización Industrial

Los sectores de material de transporte, equipos eléctricos y electrónicos, caucho y materias plásticas son las actividades que tienen un mayor riesgo de deslocalización hacia los nuevos países de la UE, según un estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que señala que estos sectores aglutinan el 15% del empleo industrial de la economía española.
En el último 'Papeles de Economía Española' de Funcas, dedicado íntegramente a los retos de la nueva Unión Europea, los economistas Lluis Torrens y Jordi Gual hacen un análisis del riesgo de deslocalización industrial en España ante el proceso de la ampliación de la UE, y concluyen que estos sectores presentan un riesgo sustancialmente mayor que los demás, especialmente el de material de transporte.
Con un riesgo general "moderado" pero por encima de la media, figuran madera y corcho, maquinaria de oficina e instrumentos y otros productos minerales no metálicos. Por su parte, los sectores de maquinaria y equipos mecánicos, textil y calzado y metalurgia son los que menos riesgo de deslocalización tienen hacia Europa del Este.
Productividad y costes laborales, factores clave
Los sectores con baja productividad relativa, como el textil, presentan un riesgo bajo de deslocalización hacia la Europa ampliada, mientras que los mayores riesgos se concentran en sectores de productividad media, donde verdaderamente se produce competencia con los países del Este, dados los avances de productividad que están teniendo. (...)
Más inversión en I+D
Para evitar que este riesgo se materialice, Velázquez indicó que es preciso que España modifique su estructura productiva y que modernice su economía, con una mayor inversión en nuevas tecnologías y en I+D que hagan de España un país más competitivo, y pueda así ganar cuota de mercado por la vía de la calidad del producto, dado que en salarios es menos competitiva que los países del Este.
En cuanto al proceso de "relocalización" de los flujos de inversión extranjera directa, el análisis realizado por el profesor Jaime Turrión aprecia que la UE-25 tiene claramente cinco ganadores: Alemania, Polonia, Austria, Suecia y Finlandia; mientras que España, Portugal y Grecia, e incluso otros países del Sureste de Europa (Italia, Francia y el Reino Unido) son los claros "perdedores".
Por regiones, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra serán las regiones que más noten las consecuencias positivas de una intensificación en las relaciones comerciales con la UE-25, ya que exportan bastante hacia Turquía, República Checa, Eslovaquia, Hungría o Polonia.
En cambio, los efectos más negativos los sufrirán Cantabria, Madrid, País Vasco, Cataluña y Galicia, debido a la sustitución de exportaciones españolas en el mercado comunitarios, mientras que la reducción de las exportaciones comunitarias a la economía española afectarán fundamentalmente a Galicia, Navarra, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón. (...)
La deslocalización, una amenaza para el 15% del empleo industrial español,
El Mundo, 16/05/2005

domingo, 20 de enero de 2008

Comentario de la situación sector pesquero en la C. Valenciana

"Estamos vendiendo pescado incluso a un precio más barato que en los años ochenta", comentaba recientemente un pescador de Cullera para resumir la crisis en la que está inmersa el sector. Precios a la baja y costes al alza, sobre todo el del carburante, dibujan un escenario de falta de rentabilidad que cada año se complica más. Y entre los motivos de esta crisis, el sector menciona las importaciones de países terceros. "Las importaciones son la ruina", explicaba hace un mes Vicente Pérez, presidente de la Cofradía de Cullera. "Hay producción, pero entra mucho pescado extracomunitario que destroza al sector", añade el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Santa Pola, José Ramón García Fuentes. El sector se muestra, en general, desmoralizado, "prácticamente arruinado", puntualiza García, pese a que hay trabajo y demanda. Y las protestas de 2000 y 2005 han cambiado poco el escenario.
En la cofradía de pescadores de Benidorm quedan tres barcos de trasmallo. En Valencia el centenar de barcos de arrastre (de mayor tamaño) se ha reducido a una decena. "La gente va abandonando", resume un pescador alicantino, que añade también la falta de relevo generacional. Y muchos de ellos han dejado la actividad al amparo de la política marcada desde Bruselas, que obligó a reducir la flota pesquera en toda España, incluida la Comunidad Valenciana, en un 30% entre 2000 y 2006, y que ha previsto una reducción del 10% en el periodo que abarca de 2006 a 2013, según datos de la Consejería de Agricultura. La flota pesquera valenciana está compuesta por 844 buques, entre ellos 357 son de arrastre, 37 de cerco y 425 de artes menores.
La crisis de precios se observa en cofradías como la de Santa Pola, una de las más potentes de la provincia de Alicante. La cofradía sumó en 2004 casi 2.839.500 kilos de pesca a un precio de algo más de 16,7 millones de euros, mientras que hasta finales de noviembre de 2007 los casi 3,4 millones de kilos capturados tuvieron un valor de algo más de 15,6 millones.
Rosa Biot, “La falta de rentabilidad atenaa al sector pesquero valenciano”, El País Digital, 20/01/08