viernes, 10 de enero de 2014

Eduardo Chillida Juantegui


Nace el diez de enero de 1924 en San Sebastián. A los 19 años comienza la carrera de Arquitectura en la Universidad de Madrid; antes, en su ciudad natal fue portero titular de fútbol de la Real Sociedad. A los pocos años abandona los estudios de Arquitectura para dibujar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, realizando sus primeras piezas en escultura.
Más se traslada a París y realiza sus primeras esculturas en yeso, impresionado por la escultura griega arcaica del Museo del Louvre. Y entabla amistad con el pintor Pablo Palazuelo.
Tras casarse en 1950 con Pilar Belzunce en San Sebastián, se trasladan a Vellennes-sous-Bois, regresado definitivamente a San Sebastián. Chillida comienza a trabajar en la fragua de Manuel Illarramendi, en Hernani. Realiza la primera pieza en hierro, Ilarik.
Ilarik
Su obra se caracteriza por su introducción en los espacios abiertos, integrándose para formar parte de ellos. Así, sus esculturas salen de su encierro en los museos, «toman la calle» y se acercan a cualquier persona que lo desee. Un ejemplo es El peine de los vientos que se abre al mar de San Sebastián; la Plaza de los Fueros de Vitoria hace desear al espectador introducirse en ella para desvelar sus misterios... y su Puerta de la Libertad, del barrio gótico de Barcelona; y, la que tal vez sea su obra más emblemática, Gure Aitaren Etxea, en Gernika.

Peine de los vientos
Gure Aitaren Etxea

Gran parte de su obra, quizá las piezas más queridas por el autor, pueden disfrutarse en el Chillida Leku, un museo a la medida de sus obras: al aire libre, en un paisaje privilegiado donde obra y medio se integran a la perfección, o dentro del recinto, donde las manos quieren tocar esas obras llenas de secretos y sorpresas, a través de las cuales se puede observar la realidad desde una nueva perspectiva.